tag:blogger.com,1999:blog-20687572883954149262024-03-05T10:48:21.761+01:00OSTRAKONIALa patria de los condenados al ostracismo.Unknownnoreply@blogger.comBlogger13125tag:blogger.com,1999:blog-2068757288395414926.post-23860406265640131522020-02-11T10:49:00.001+01:002020-02-12T12:25:16.569+01:00El borriquito<div style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgn6_SqF4ZCqqPvdiuuYN4YlqtEb_Y0_UpICthGlED1z-ecyJaF36XLqELJFDkkpG9KwT8QGvLmGMEGnbbQd0f9Q7DMDswqsbbCLfTbFhPUJS0SUotlqSYk1Xohxa3Y5QjhevPfpY-RODc/s1600/Screenshot_2020-02-12+Resultados+de+la+b%25C3%25BAsqueda+de+%25C2%25ABborriquito%25C2%25BB+-+Wikimedia+Commons.png" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="170" data-original-width="129" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgn6_SqF4ZCqqPvdiuuYN4YlqtEb_Y0_UpICthGlED1z-ecyJaF36XLqELJFDkkpG9KwT8QGvLmGMEGnbbQd0f9Q7DMDswqsbbCLfTbFhPUJS0SUotlqSYk1Xohxa3Y5QjhevPfpY-RODc/s200/Screenshot_2020-02-12+Resultados+de+la+b%25C3%25BAsqueda+de+%25C2%25ABborriquito%25C2%25BB+-+Wikimedia+Commons.png" width="151" /></a></div>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">El muchacho había tenido la gran suerte de poder conversar con su
bisabuelo durante sus vacaciones de verano en la serranía valenciana;
saciaba con ello su curiosidad sobre la forma de vida de hace más de
ochenta años. El anciano le contaba que de niño vivía junto a su familia
en una casa de temporeros aislada, de esas de dos plantas y mampostería
de piedra gruesa. Ellos dormían en la planta superior, mientras algunas
ovejas y el borriquito de la familia pernoctaban en la inferior. Así
aprovechaban el calor corporal de las bestias que ascendía y se colaba
por los intersticios entre los tablones de madera que componían la
tarima; «la calefacción de los pobres», la llamaba. Sobre todo,
recordaba al burrito Napoleón. Era terco, mordía y servía para más bien
poco, pero su madre le tenía gran estima y contaba muy pomposa que se
llamaba así porque, según la tradición familiar, era descendiente de un
linaje de pollinos traídos desde Italia por las tropas del corso durante
la ocupación francesa. Rememoraba haber cabalgado sobre su lomo peludo
cuando era casi un niño de teta y, junto a su madre, tenía que recorrer
la larga distancia que les separaba del pueblo, ateridos ambos de frío.
El viejo, concluido su relato, interrogaba al joven sobre la vida en
Valencia, interrumpiéndole de tanto en tanto para contarle que una vez,
siendo ya mozo, visitó la capital. Quedó deslumbrado por la altura de
los edificios, pero sobre todo por las luces, el bullicio de los
comercios de la calle Colón y el ir y venir de los elegantes coches.
Lamentaba, por último y de manera incoherente, no haberse subido nunca a
un avión para conocer América. El bisnieto, chico de su generación, le
advirtió que los coches ya no circulaban por el centro de la ciudad; que
las luces ya no deslumbraban porque cumplían con una restrictiva
normativa energética; que muchos comercios tradicionales habían tenido
que cerrar asfixiados por las cargas fiscales y laborales, por la
competencia de las grandes superficies y porque muchos de sus clientes
habituales ya no les podían visitar; que eso de viajar en avión ya no
estaba bien visto porque era un transporte muy contaminante, pero que en
tren, medio mucho más sostenible, en algo menos de una semana, se podía
llegar hasta el norte de Europa. El hombre, con cara de asombro y
visiblemente contrariado, aseveró que acabarían transportándose en
borriquito como él cuando niño. Eso no ya no era posible, le enmendó el
joven; los burros tenían sus derechos. Entonces, el nonagenario enarcó
las cejas y se acordó de aquel maestro con bigotillo que hacía mucho le
había contado cómo un equino llegó a ser senador de Roma.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span style="clear: left; float: left; font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: "arial" , "sans-serif";"><span style="mso-spacerun: yes;"><span style="color: red;"><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><b><span style="font-size: x-small;"> </span></b></span></span></span></span></span><span style="clear: left; float: left; font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: "arial" , "sans-serif";"><span style="mso-spacerun: yes;"><span style="color: red;"><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><b><span style="font-size: x-small;">Nota: este artículo fue publicado en la sección de Opinión del diario Las Provincias el día 11 de febrero de 2020.</span></b></span></span></span></span> </span> </span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2068757288395414926.post-61741562425728326482020-02-03T11:07:00.001+01:002020-02-03T11:08:48.150+01:00Federalismos<span style="font-family: "arial" , "sans-serif";"><span style="mso-spacerun: yes;"><span style="color: red;"><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><b><span style="font-size: small;"><br /></span></b></span></span></span></span><div style="text-align: justify;">
<span style="clear: left; float: left; font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEji5ayqFZhdRkdcH2fbX5nt7KswGnsWLfBVq2-1KN7OLn3u8pTSPB5Q49ut0vMOqaa4w2rxzemKriPtwbBu6zrmwnOxwbz_IBN6qTPXBTPiAqOJ8ByXj5BHIOhDnE0fi0_Q3iSWlkHtwUI/s1600/Screenshot_2020-02-03+Facebook.png" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="316" data-original-width="485" height="208" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEji5ayqFZhdRkdcH2fbX5nt7KswGnsWLfBVq2-1KN7OLn3u8pTSPB5Q49ut0vMOqaa4w2rxzemKriPtwbBu6zrmwnOxwbz_IBN6qTPXBTPiAqOJ8ByXj5BHIOhDnE0fi0_Q3iSWlkHtwUI/s320/Screenshot_2020-02-03+Facebook.png" width="320" /></a>Juan Vázquez siempre sonríe cuando piensa en lo fantasioso de los
desayunos en familia, con el sol ya en lo alto, que proyectan las series
y películas de la televisión. Procura no despertar a su esposa y a sus
dos hijos cuando se levanta de un respingo a las cinco de la mañana y
con sigilo se dirige a la ducha. La cocina, en la planta inferior,
permanece a oscuras hasta que enciende las luces y se prepara un café.
No come sentado cereales ni tortitas con sirope; vuelve a sonreír cuando
lo imagina. En el salón aún permanecen los restos de la última y
multitudinaria celebración familiar: barbacoa americana, burritos,
nachos, guacamole, Coronita, corridos mejicanos y estruendoso reggaeton.
Ya despejado, vuelve a subir las escaleras hasta alcanzar de nuevo su
habitación. Aunque supera por poco la treintena, se resiente de una
lesión en la rodilla izquierda que se produjo al caer su vehículo Humvee
en un socavón provocado por la explosión de una bomba de mortero cuando
sirvió en Iraq como miembro de la Primera División de Caballería del
Ejército norteamericano; fue durante su segunda y última rotación, antes
de la boda. Como cada día, prepara metódicamente su bolsa de deportes
negra: el pantalón y la camisa azul oscuro perfectamente planchados y
doblados, los zapatos negros y la placa dorada pulidos hasta refulgir.
La pulcritud se la inculcaron mamá Rosita y el cuartel. El resto de los
pertrechos policiales le aguardan en su taquilla metálica de la
Northwest Patrol Station (Comisaría) del Departamento de Polícía de
Houston, Texas. Justo antes de salir, siempre en el mismo orden, entra
en las habitaciones de su hijo de cinco años y de la pequeña de tres
para besarles en la frente. Vázquez respira las barras y estrellas de la
Federación; el federalismo de Puig es un puñetero trile.</span><span style="clear: left; float: left; font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: "arial" , "sans-serif";"><span style="mso-spacerun: yes;"><span style="color: red;"><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><b><span style="font-size: small;">Nota: este artículo fue publicado en la sección de Opinión del diario Las Provincias el día 3 de febrero de 2020.</span></b></span></span></span></span> </span><span style="clear: left; float: left; font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"> </span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2068757288395414926.post-73287782791176541112019-10-29T08:25:00.002+01:002020-02-03T11:07:46.834+01:00Lo Spangolazzo<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh8VSbpGIBGFOMX5K0GK_n2CLYroLF7D8aZKzOPyHZz3f5_cpjDHaLEP_USRz13GXoBDm9O9medlr51zv81YjyZcChNUNm5UvFRkjSBix_Mw_QZFWAR2mnaW_k4hnUF_4cKueIr64D8xaE/s1600/Jos%25C3%25A9_Ribera.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="898" data-original-width="754" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh8VSbpGIBGFOMX5K0GK_n2CLYroLF7D8aZKzOPyHZz3f5_cpjDHaLEP_USRz13GXoBDm9O9medlr51zv81YjyZcChNUNm5UvFRkjSBix_Mw_QZFWAR2mnaW_k4hnUF_4cKueIr64D8xaE/s200/Jos%25C3%25A9_Ribera.jpg" width="167" /></a></div>
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<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif";">Pues
que andaba yo entretenido en esos menesteres lectores que los seres de luz tanto
mandatan a los fascistas como yo –ser primitivo, encorvado y membrudo- en busca
de mi particular piedra de Rosetta, esa que permita liberarme del pesado manto
fachoso que acoquina el gobierno de mi razón, absorto en la lectura de un tocho
de mil páginas escrito por el nieto del celebérrimo Ortega y Gasset, José
Varela Ortega, titulado «España, un relato de grandeza y odio». Les confieso
que, aunque pongo gran empeño, pues mi naturaleza de franquista vil cuartea mi
comprensión lectora, sigo sin hallar entre las páginas de estos grandes tomos
esa proba II República de democracia límpida, o, incluso, esos «países
catalanes» que ya alborean entre los destellos rojos, naranjas, amarillos,
verdes, azules y violetas del hermoso arcoíris, tierra prometida y unidad de
destino en lo universal de los españoles jaiminos. En ello estaba yo cuando,
entre las exaltaciones de las glorias de los Austrias mayores, el refulgir de
las corazas borgoñonas, el flameante rojo carmesí sobre fondo blanco de la Cruz
de San Andrés en Pavía y la doncellesca admiración europea –de Pirineos hacia
arriba- por la España imperial y la majestuosa sobriedad de sus césares, me
topé con don José de Ribera y Cucó. «¡Otro valenciano universal!», me dije yo
para mis entrañas. Como si me lo hubiera encomendado mi profesor de Historia de
cuarto de la EGB <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>–ese que ya me trataba
de usted- me apresté a refrescar y profundizar mis conocimientos sobre tan magno
pintor del Barroco. Quizá en él se me desvelarían por fin las esencias
socialista y catalana de mis ancestros. Pero hete aquí que, a resultas de las
pesquisas, averigüé que si al susodicho lo motejaban los itálicos como «Lo Spangoletto»
era debido a su corta estatura y a una desbordante ostentación de españolidad.
Siendo tanto esto que cuando firmaba sus obras lo hacía de esta guisa: «Josephus
Ribera. Hispanus. Valentinus. Setaben». De nuevo, una profunda decepción; este
españolazo blavero de Játiva tampoco me servía.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif";"><span style="mso-spacerun: yes;"><span style="color: red;"><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><b><span style="font-size: small;">Nota: este artículo fue publicado en la sección de Opinión del diario Las Provincias el día 28 de octubre de 2019. </span> </b></span></span></span></span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2068757288395414926.post-16392580938804293482019-10-26T22:27:00.001+01:002019-10-26T23:10:05.267+01:00UIP, el batallón hoplita<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhkp9HSQs0Qp89NOYaDXf8tdREg7vI44WXHPqn9mW2Axni2ywHFgzlUCJWJEyiskhaM0-IqdACAEa8byaz18AsMigCGOTOOG5g5ijuES262uruEhmC4fAkQjP5Zpc5OyDe5hCmLV-9qfWw/s1600/Actualidad_437718964_135577988_1024x576.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="576" data-original-width="1024" height="179" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhkp9HSQs0Qp89NOYaDXf8tdREg7vI44WXHPqn9mW2Axni2ywHFgzlUCJWJEyiskhaM0-IqdACAEa8byaz18AsMigCGOTOOG5g5ijuES262uruEhmC4fAkQjP5Zpc5OyDe5hCmLV-9qfWw/s320/Actualidad_437718964_135577988_1024x576.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="color: black; font-size: 16px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; text-align: justify; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">A través del «mike» de mi emisora escucho un frenético y confuso ir y venir de mensajes entre la sala de control y mis compañeros. Acierto a entender que están metidos en harina con un choro antipático. Pregunto a sala si necesitan de mi colaboración; responde afirmativamente. Procuro contener los nervios y no acelerar excesivamente mi carrera hacia el punto de conflicto. La defensa baila en su tahalí al compás de mi trote y golpea repetidamente mi muslo y mi glúteo izquierdos. Con la mano derecha procuro domeñar el molesto sube y baja del revólver. Llego a la zona. Dos compañeros pleitean airadamente con un varón de origen subsahariano de un metro y ochenta y cinco centímetros de estatura que ronda los cien quilos de peso. Esta vez el malote no ha asumido su papel de temblorosa liebre a la carrera; su formidable constitución física le empuja al combate. El individuo, que se zafa una y otra vez nuestros intentos de reducirle, luce ajustada en su muñeca izquierda una manilla de grillete; la otra, vacía, corta el aire peligrosamente y puede convertirse en un arma con muy mala leche. Libero del tahalí la defensa más con ánimo intimidatorio que con ganas de usarla; uno de mis compañeros imita mi gesto. El caco por fin administra su inferioridad numérica y sus fuerzas y decide apoyar firmemente la espalda contra una columna donde se falca. Presiono la parte posterior de mi antebrazo y la palma de mi mano izquierda en su pecho mientras sujeto con firmeza la defensa; ésta dibuja una extensión perfectamente perpendicular con respecto a mi extremidad superior. Noto su respiración nerviosa, el entrar y salir de las bocanadas de aire a sus pulmones. Permanecemos todos unos breves instantes en una pausa reflexiva. Unos segundos después comienzan a descender por las anchas escaleras que tenemos justo en frente unos individuos con uniformes azul oscuro inmaculado, botas militares y gorra de cuatro puntas cuya visera frisa cuidadosamente su campo de visión dejando casi ocultos sus ojos. Su atuendo no tiene el aspecto menos imponente del de los «pitufos» de la unidad de Seguridad Ciudadana o el de los «guindillas» de la Policía Local. El mangante, que tiene más calle que las veteranas rameras del barrio chino, los reconoce. Siento como su diafragma pierde de repente la tensión; su acto de rebeldía ha llegado a su fin. Poco a poco van rodeándonos más efectivos que lucen un león rampante amarillo en el arranque de su deltoides derecho. Este ratero con hipertrofia muscular ya no opondrá más resistencia a la detención; ha llegado la Unidad de Intervención Policial (UIP) de la Policía Nacional. </span></div>
<div style="color: black; font-size: 16px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; text-align: justify; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Pero rara vez estos guerreros urbanos se pueden permitir el lujo de lidiar con la delincuencia común. La naturaleza de su unidad siempre les sitúa como la vanguardia frente a los grandes desórdenes públicos. Manteniendo una estricta y marcial organización procuran no perder el contacto físico con el compañero que les precede -nadie quedará aislado- hasta esa aparentemente alocada arremetida final en racimo que busca disolver la muchedumbre enardecida como el detergente disuelve una mancha de aceite que flota sobre el agua. Sufren la incomprensión de una buena parte de la sociedad a la que sirven por una triste soldada, la de esos niñatos, revolucionarios de salón, que no comprenden que esa delgada línea azul que ellos dibujan con sus propios cuerpos les separa del caos y la tiranía, de la inconfortabilidad y la miseria. A ellos les da igual, son la puñetera legítima violencia del Estado frente a la violencia descontrolada. Como si el delicioso y opulento romanticismo victoriano de los perfumados lirios, nenúfares y hermosos muchachos de cabellos dorados de Óscar Wilde no se hubiera cimentado sobre la violencia imperial de las magníficas fuerzas expedicionarias británicas. ¿Cuándo superaremos la ensoñación anticlásica según la cual el músculo no debe ser escolta y compañero inseparable del cerebro mientras éste crea? </span></div>
<div style="color: black; font-size: 16px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; text-align: justify; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Durante estos últimos días las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado se han batido el cobre en las calles de Barcelona como jamás esta generación de nenes caprichosos había contemplado. Protectores corporales desgarrados, cascos ensartados, agotamiento, dislocaciones, rotura de huesos, profundas heridas, traumatismos incompatibles con la vida y el llanto de sus familias son el alto precio de la defensa de la Democracia que nuestros hoplitas modernos han pagado. El «tsunami democràtic» independentista, asido a una calculada </span><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">barbarie antisistema, pretende la derrota del Orden Constitucional; el épico arrojo de la ya legendaria UIP junto, esta vez sí, a las BRIMO, nos dará una victoria aplastante que los narcisos de Moncloa no merecen hacer propia. Gloria a ellos</span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2068757288395414926.post-7429646957040592912019-01-23T16:30:00.000+01:002019-01-23T16:42:37.019+01:00La tilde de camisa metálica<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="clear: left; float: left; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 115%; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><a href="https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/1/17/Charr%C3%A1n_Patinegro_%28Sterna_sandvicensis%29_%282925462750%29.jpg/800px-Charr%C3%A1n_Patinegro_%28Sterna_sandvicensis%29_%282925462750%29.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/1/17/Charr%C3%A1n_Patinegro_%28Sterna_sandvicensis%29_%282925462750%29.jpg/800px-Charr%C3%A1n_Patinegro_%28Sterna_sandvicensis%29_%282925462750%29.jpg" width="320" /></a>En una entrevista publicada
hace unos días por un medio digital, el que fuera conseller de Educación del
gobierno de Eduardo Zaplana, Fernando Villalonga, le advertía a la presidenta
del Partido Popular de la Comunitat Valenciana, Isabel Bonig, sobre la inconveniencia
de agitar el avispero lingüístico. Este señor daba por superado el «conflicto» y se congratulaba, no
sin cierta petulancia, de haber contribuido con su labor a la «pacificación
lingüística». El «establishment» catalanista, temoroso y agitado ante la
posibilidad de algún cambio drástico en la política cultural y educativa de la
futura administración pública valenciana, vuelve a echar mano de los aliados
del pasado, de aquellos expeditos y eficaces burócratas plúmbeos de corbata
azul que no tienen más lealtad ni mundo que aquello que discurre entre los
mamparos de su propio partido. De todas formas, el PPCV no ha necesitado nunca
de muchas presiones exteriores para rechazar las tentaciones valencianistas,
pues lleva décadas viviendo cómodamente, y profundizando en cuanto ha manejado
los resortes del poder, en la «normalització» de la sociedad valenciana. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Una de las populares que más
se ha destacado por su armonía con las tesis normalizadoras (catalanizadoras)
es la actual candidata a la alcaldía de Valencia, doña María José Catalá Verdet.
Alcaldesa de Torrent, diputada autonómica y ex consellera del ramo de educación
y cultura, siempre se ha significado por su buena sintonía con los agentes catalanistas;
«por tacticismo», justifican los suyos. Como publicó el diario Las Provincias
el 12 de julio de 2014, fue incluso felicitada por la Escola Valenciana del
futuro conseller Marzà por el «cambio de rumbo en política lingüística» que
permitía entonces a los centros de enseñanza dar «clase sólo en valenciano». De
aquellos polvos… Aquel acuerdo supuso un verdadero terremoto en el departamento
que dirigía, provocando dimisiones en cascada del llamado «núcleo duro». El
charrán volvía a escurrirse de entre las falanges temblorosas del valencianismo,
impulsado su vuelo por un espíritu pragmático y «pactista», ese que se aprende
con los años de permanencia en la poltrona. Parte del regionalismo, ya poco,
quedaba a la espera de una rectificación creyendo, ingenuo, que los políticos
populares llegarían a la sensata conclusión de que alimentar un catalanismo morigerado,
académico y amable en las formas hipertrofiaba, en realidad, al trasgo
soterrado, independentista en ciernes, creyendo blindaje suficiente unos
lacónicos epígrafes legislativos, meramente declarativos, sin sustancia ni
auténtica fuerza jurídica. Pero como quiera que el ave marina sabe aprovechar
las corrientes ascendentes o descendentes y las hendiduras de perfiles afilados
del acantilado para criar a su pollada, volvió a entonar los cantos de sirena;
orejas para quien quiera escuchar: de la promesa de restitución de la
oficialidad del topónimo «Valéncia» del descartado Luis Santamaría al
«respetable es València» de la ungida María José Catalá. Un maldito acento
gráfico que significa mucho. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Al británico Eric Arthur
Blair, George Orwell, le obsesionaba el manejo del lenguaje como herramienta de
dominación de la mente y creó el concepto, hoy no tan distópico, de «neolengua»
o «nuevalengua». En su radical anti totalitarismo desarrolló la teoría de que,
por ejemplo, para evitar que la población pudiera anhelar o pensar en la
libertad, se podían eliminar los significados indeseados de la palabra, de
forma que el propio concepto de libertad política o intelectual dejara de
existir en las mentes de los hablantes. ¿Qué es si no eso mismo la imposición
del catalán fabrino -lengua exógena, opuesta y depredadora de la fullanesca-, o
del «lenguaje inclusivo» con su innecesario desdoblamiento de género? ¿Qué es
si no eso hacer escribir una palabra de diferente manera a como la pronuncia el
hablante para forzar mentalmente la fonética barcelonina?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Un simple acento, abierto o
cerrado, puede suponer la dramática diferencia entre la existencia de una
Valencia u otra; un simple acento puede ser una ojiva con camisa metálica que
perfora el hastío, el moderantismo y la pusilanimidad como el cuchillo dentado
la mantequilla tibia. Démosle pues al lenguaje la importancia real que tiene;
el adversario lleva mucho tiempo haciéndolo.</span><br />
<br />
<span style="color: red;"><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><b>Nota: este artículo fue publicado en la sección de Opinión del diario Las Provincias el día 22 de enero de 2019. </b></span></span><br />
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"></span><br />
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2068757288395414926.post-15758215092575972422018-05-24T17:40:00.003+01:002018-05-24T18:14:20.682+01:00The Immortals<div data-contents="true" style="text-align: justify;">
<div class="" data-block="true" data-editor="3iqj8" data-offset-key="f22ee-0-0">
<div style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-align: right;">
</div>
<div style="text-align: left;">
</div>
<div class="_1mf _1mj" data-offset-key="f22ee-0-0">
<a href="https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/8/84/I%C3%B1aki_Urdangar%C3%ADn.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img alt="https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/8/84/I%C3%B1aki_Urdangar%C3%ADn.jpg" border="0" height="200" src="https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/8/84/I%C3%B1aki_Urdangar%C3%ADn.jpg" width="132" /></a><a href="https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/f/fc/Eduardo_Zaplana_%28Conferencia_Politica_sobre_Modelo_de_Estado%2C_Madrid%2C_noviembre_de_2007%29.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="File:Eduardo Zaplana (Conferencia Politica sobre Modelo de Estado, Madrid, noviembre de 2007).jpg" border="0" data-file-height="488" data-file-width="382" height="200" src="https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/f/fc/Eduardo_Zaplana_%28Conferencia_Politica_sobre_Modelo_de_Estado%2C_Madrid%2C_noviembre_de_2007%29.jpg" title="Foto: Partido Popular de Cataluña" width="155" /></a><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span data-offset-key="f22ee-0-0"></span></span><span style="font-size: small;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span data-offset-key="f22ee-0-0"><span data-text="true">Pues no, Bárcenas no se fue de rositas. Ni Zaplana McLeod, alias «el inmortal de Carthago Nova». Por cierto, espero que se tenga la misma compresión con su grave enfermedad que la que los «bienpensantes» dispensan a los etarras revientaniños que padecen de lumbalgia o dolor punzante en la punta de del «pijo» al orinar. </span></span></span></span></div>
</div>
<div class="" data-block="true" data-editor="3iqj8" data-offset-key="44ksp-0-0">
<div class="_1mf _1mj" data-offset-key="44ksp-0-0">
<span style="font-size: small;"><a href="https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/2/28/Juan_Carlos_Monedero_2014_%28cropped%29.jpg/488px-Juan_Carlos_Monedero_2014_%28cropped%29.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="File:Juan Carlos Monedero 2014 (cropped).jpg" border="0" data-file-height="688" data-file-width="560" height="200" src="https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/2/28/Juan_Carlos_Monedero_2014_%28cropped%29.jpg/488px-Juan_Carlos_Monedero_2014_%28cropped%29.jpg" width="162" /></a><a href="https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/5/5d/Pablo_Iglesias_Turri%C3%B3n_2014_%28cropped%29.jpg/400px-Pablo_Iglesias_Turri%C3%B3n_2014_%28cropped%29.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img alt="File:Pablo Iglesias Turrión 2014 (cropped).jpg" border="0" data-file-height="6101" data-file-width="4072" height="200" src="https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/5/5d/Pablo_Iglesias_Turri%C3%B3n_2014_%28cropped%29.jpg/400px-Pablo_Iglesias_Turri%C3%B3n_2014_%28cropped%29.jpg" width="133" /></a><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span data-offset-key="44ksp-0-0"><span data-text="true">Ardo en deseos por ver el ingreso en prisión de Urdangarín, pero no por morbo o animadversión hacia el personaje, sino por ver qué dirán los que ahora se ciscan en este «sistema corrupto, franquista, fascista, clasista, callista, taxidermista y Borbón «cazaelefantescojoncagüenlaputaostia»».</span></span></span><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span data-offset-key="eqlvv-0-0"><span data-text="true"> ¡Ah!, os adelanto que los señores Iglesias Montero se irán a vivir al casoplón de la pradera hiperlegitimados por «las cyberbases», alejándose en dirección a la puesta del sol, dando cursis brinquitos y cogiditos de la mano. El «trincabecas» de Errejón se presentará a las elecciones a la Comunidad de Madrid brillando más que una patena pulida por una «churra» gordita y aplicada miembro del «Círculo de Gorditas Aplicadas de Carabanchel Alto». El «especulador» de Espinar continuará dándonos lecciones de moralidad anticapitalista «desde abajo» -eso queda el Senado, creo-. El «negrero» de Echenique seguirá denunciando la precariedad laboral con el freno de mano «echao». Y por último Monedero: Juanki nos mirará con careto de «voy a saltar la barra y te voy a arrancar la cabeza y luego me voy a comer tu corazón, ¡fachajoputa!» mientras se le empañan las gafitas redonditas y le estalla el chupetí (chaleco), ese que le hace ver como al moñas de Gustavo Adolfo Bécquer. </span></span></span><span data-offset-key="eqlvv-0-0"><span data-text="true"><span data-text="true">Que no sé yo qué le pasa a este señor que siempre tiene la cara como de beber vinagre de manzana y doble de «amargo de Angostura» para desayunar. ¡Chico!, tienes la plaza fija en la «Complu»; y despacho en Miraflores para joder bien a gusto a los venezolanos cuando te venga en gana. Relájate y tómate un «roncito» Cacique Edición Limitada, pana. Será que no le sentó bien eso de que don «ratón ton ton» Montoro le pillara con medio millón de euros escondidos en el sujetador. </span>De la Elisa Beni mejor no escribo, que me da un escalofrío. </span></span></span></span></div>
</div>
<div class="" data-block="true" data-editor="3iqj8" data-offset-key="eqlvv-0-0">
<div class="_1mf _1mj" data-offset-key="2qu0l-0-0">
<div style="text-align: justify;">
<br />
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Y yo con estos pelos de quinto en vísperas..</span>.</span></div>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span data-offset-key="2qu0l-0-0"><span data-text="true"></span></span></span></div>
</div>
</div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2068757288395414926.post-78197519813342784482018-05-17T07:50:00.000+01:002018-05-17T15:51:12.143+01:00Herrenvolk (desnazificaciones)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhbi95cqDvR1_4umNhwYYzitighOoBpyS7i1tacL2l6AwZdUM8HmLr2Dgmu47D-iH9U1WqIAs2Ah-4CcdojfG3XikSTupTleuGGFqNda6Ov__0g_XN18O5ox6YRf7Zj5c1MaRvGMfR0uIo/s1600/Bundesarchiv_Bild_183-M1203-303%252C_Berlin%252C_Tr%25C3%25BCmmerr%25C3%25A4umen_am_Reichtag.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="578" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhbi95cqDvR1_4umNhwYYzitighOoBpyS7i1tacL2l6AwZdUM8HmLr2Dgmu47D-iH9U1WqIAs2Ah-4CcdojfG3XikSTupTleuGGFqNda6Ov__0g_XN18O5ox6YRf7Zj5c1MaRvGMfR0uIo/s320/Bundesarchiv_Bild_183-M1203-303%252C_Berlin%252C_Tr%25C3%25BCmmerr%25C3%25A4umen_am_Reichtag.jpg" width="230" /></a></div>
<div class="x_x_MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">La Alemania
nazi ha sido objeto de estudio de diversas disciplinas como la Ética, la
Filosofía, la Sociología, la Psicología o el Derecho. La brutalidad del
régimen político instaurado asombró al resto de sociedades, aún más
incluso después de derrotada y descarnada su sociedad. La manipulación
propagandística de masas, la mixtificación de los orígenes raciales, la
violencia extrema como herramienta política o el despojo de la humanidad
del adversario horrorizaron a los observadores. Puede ser que el
carácter germano fuera el ideal para la implantación de semejantes
estrategias por su tendencia a lo colectivo por encima de lo individual,
a la formación marcial a la voz de mando, a la sublimación de la guerra
como acto revolucionario, a la aplicación del frío método fabril al pogromo. El filósofo alemán Oswald Spengler lo definía
así: «La estructura de la nación inglesa se basa sobre la distinción
entre rico y pobre; la de la prusiana, sobre la que hay entre mando y
obediencia». Las corrientes filosóficas alemanas que informaron al
nazismo establecían una dicotomía entre el «pérfido espíritu comercial
inglés» y el «heroico socialismo de guerra alemán». Esta revisión
crítica del socialismo marxista pergeñó la comunión dramática con el
nacionalismo romántico, dando como resultado el nacionalsocialismo o
nazismo. Con el paso del tiempo esta ideología se demostró aberrante,
pero hemos de entender que con anterioridad al descubrimiento de sus
ciclópeas atrocidades podía ser asumido como una alternativa moderna al
«decadente liberalismo» o un antagonista ideal del capitalismo. </span></div>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">
</span>
<br />
<div class="x_x_MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Una vez derrotado el
nazismo se afrontó el proceso inverso: la desnazificación. Bien es
cierto que el tratamiento del asunto fue diferente si atendemos a qué
zona ocupada de la Alemania derrotada nos referimos, bien a la zona
controlada por los soviéticos o a la zona controlada por el bloque
occidental: EEUU, Gran Bretaña y Francia. El primero no tuvo más que
suplantar una estructura totalitaria por otra definiéndose a sí misma
como de «izquierdas» frente a la ya superada de «derecha reaccionaria»;
distinción bastante sutil. Más ardua fue la tarea en la zona occidental,
pues la superación de la doctrina hitleriana pasaba por la
reinstauración de un sistema parlamentario liberal por un lado, y por
otro por la liquidación del concepto de «<i>Herrenvolk</i>» o
«el Pueblo de Señores» que hasta ese momento articulaba el sentimiento
patriótico de pertenencia a la nación, y su sustitución por un
«patriotismo republicano o constitucional» al modo estadounidense o
francés. La ley siempre estaría por encima de cualquier intento de
subvertir un nuevo orden constitucional que debía ser «eterno» en su
parte esencial.</span></div>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">
</span>
<br />
<div class="x_x_MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Relacionar el
fenómeno anterior con el nacionalismo vasco o catalán presenta siempre
una gran oposición por parte del radicalismo bienpensante, curiosamente
por esos mismos que empujan a toda una generación de jóvenes a la caza
frenética de «fascistas». El desarrollo de esta teoría puede pasar por
hiperbólica y exagerada, sin embargo son irrefutables las conexiones
filosóficas, programáticas, estéticas e incluso históricas entre todos
estos movimientos. Quedarse en la simple negación no hace desvanecerse
al problema, de igual modo que un médico no deja de tratar una patología
de temprana evolución o sintomatología con la esperanza de que se cure
sola. El nacionalismo vasco y catalán nacen de la derrota del
absolutista Carlos María Isidro de Borbón frente a los isabelinos: el
ultracatolicismo tradicionalista y foral frente a la opción liberal y
«mal cristiana» de Isabel II. Aquellos ya no encajaban en la España
«apóstata», era necesaria la construcción de un espacio alternativo
adecuado. Después llegó el Romanticismo y la profunda crisis económica y
emocional por la pérdida de las últimas colonias de ultramar; había
comenzado su construcción nacional. </span></div>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">
</span>
<br />
<div class="x_x_MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Es cierto que
actualmente ninguno de estos dos nacionalismos utiliza la violencia
armada o física -salvo algún brote puntual- pero sí la
psicológica y sociológica. Además, han propagado entre su pueblo un
sentimiento de pertenencia racial o étnico por encima de la puramente
jurídica. En cuanto tienen ocasión expresan que su victoria será el
«Triunfo de la Voluntad», el cinematográfico «<i>Triumph des Willens</i>» de la musa nazi Leni Riefenstahl</span><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">. ¿Les suena? Todo esto les conecta íntimamente con el totalitarismo que representó el nazismo. Otra vez el «<i>Herrenvolk</i>»,
el Pueblo de Señores, o lo que Salvador de Madariaga definía para los
castellanos de reconquista como «autolatría»: el pueblo elegido por
Dios. Un anacronismo. </span></div>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">
</span>
<br />
<div class="x_x_MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Ambas sociedades, y
por extensión aquellas a las que han influenciado por el ánimo
expansionista -otra coincidencia más-, deberían afrontar su singular
«proceso de desnazificación» o desprogramación. Pero no lo harán,
primero porque no han sufrido los rigores de la más absoluta derrota
política, social y económica de los alemanes en el año 1945, y segundo
porque son movimientos profusamente blanqueados por un gran número de
defensores del resto de España. Disfrutan, pues, de un tratamiento
similar al que los socialistas franceses bridaron al bolchevismo del «terror revolucionario» de 1917. Entre los miembros de este grupo de
«enjuagadores» cuentan con un gran prestigio, pero no por las posibles
coincidencias ideológicas, sino por su gran potencial destructor del
Sistema. </span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2068757288395414926.post-35316420299278668302016-11-02T19:49:00.000+01:002018-05-18T17:33:27.031+01:00México, policía federal<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Tresmiedos era un hombre de estatura media, rechoncho por los excesos alimenticios, con un negro mostacho bajo una nariz ancha, tez morena y aspecto mestizo. Era fumador, bebedor empedernido y malcarado, de esos que escupen después de bajar la ventanilla del automóvil y se enjugan el exceso de saliva con un fuerte restregón del dorso de la mano izquierda sobre la cara en la que dibujan una sonrisa burlona. Después de varios años patrullando las calles del Distrito Federal, durante los cuales construyó su leyenda brutal y se ganó el sobrenombre de Tresmiedos, más por chusquero y trilero que por aplicado en el estudio, pudo promocionar a la categoría de inspector. Recorrió varias unidades de lucha contra el narcotráfico y acabó dirigiendo una de homicidios y secuestros después de haber sido investigado por abusos, torturas y colaboración con grupos delincuenciales. Sus compañeros le llamaban Tresmiedos porque éste se jactaba de producir en sus víctimas los más profundos temores: miedo al dolor, miedo a la muerte y miedo al olvido.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">-¡Pronto te reunirás con los tuyos!- le advirtió una mujer enjuta de cabellos grises recogidos fuertemente en una coleta corta, abuela de uno de los secuestrados y asesinados que él había procurado quedaran olvidados en los cajones metálicos y grises de un lóbrego archivo; siempre previo pago. Era un hombre maldito, pero no parecía importarle.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Una mañana, después de una mala noche producto de un dolor punzante en el pecho que no le había dejado dormir, se dirigió con su patrulla camuflada a la delegación de Coyoacán, lugar desde donde habían reportado un homicidio. Al llegar, el escenario ya había sido oportunamente acotado por unos agentes uniformados a los que, extrañamente, no conocía. Cuando subió al segundo piso de la casa encontró en el interior de un despacho a un hombre de unos sesenta años de nombre León, éste yacía sobre un charco de sangre coagulada, restos de masa encefálica y varias hojas de papel manuscritas en ruso o ucraniano; a su lado un piolet con mango de madera, algo antiguo. En el piso de abajo permanecía de pie un hombre joven con la cabeza apoyada en la pared y las manos engrilletadas; respondía al nombre de Ramón. Tresmiedos dedujo por su acento que era español. Un escalofrío recorrió su espalda; algo no iba bien. ¡Había estudiado aquel crimen como alumno de la Academia de Inspectores! Su cabeza giraba en torno sin parar. Ahora lo entendía, no había superado el fallo cardiaco de la noche anterior. De repente, una mano apretó su hombro izquierdo inquiriéndole. Al girar, observó horrorizado el rostro huesudo y macilento del nieto de aquella vieja vociferante.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">-Tresmiedos, ahora sabes lo que es sentir el terror del recién muerto. Te queda el peor por padecer: el del olvido. Estoy aquí para asegurarme de que lo sufras por toda la eternidad, ¡cabrón!- le espetó el desdichado muchacho mientras se abalanzaba sobre él y hundía fuertemente su mano derecha en la boca del agente corrupto.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">El policía había muerto entre esputos sanguinolentos y unos terribles espasmos que le habían quebrado el espinazo, medio desnudo, en una posición ridícula; completamente solo y olvidado. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></div>
<br />Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2068757288395414926.post-70205349160582369882015-04-15T09:00:00.000+01:002016-11-02T15:49:36.907+01:00El saco de cemento<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgNpWckHYvx3GDpsP1eFwJOCQfHC-8jc4YVxcf2rPheqgOOrjR9qW_q0Y_YOfUwPvptPR7iwiK_CT5pyvGw99TwjgKw0qkR3nZaCs9pv3VJWz998ZPMVV47uOlZPwqY63qS3fitR8LtcbE/s1600/imagesNDBJUAAN.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgNpWckHYvx3GDpsP1eFwJOCQfHC-8jc4YVxcf2rPheqgOOrjR9qW_q0Y_YOfUwPvptPR7iwiK_CT5pyvGw99TwjgKw0qkR3nZaCs9pv3VJWz998ZPMVV47uOlZPwqY63qS3fitR8LtcbE/s1600/imagesNDBJUAAN.jpg" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">No recuerdo hace cuánto tiempo fui bloqueado en twitter por D<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">on</span> Juan Carlos Monedero, aunque sí recuerdo que Podemos aún no existía. Este señor únicamente pertenecía a CEPS, esa oscura organización llamada que tanto ha colaborado con el no menos oscuro régimen chavista. Era un personaje casi anónimo en España. El bloqueo fue fruto de una discusión que mantuve con él en la que pretendí arrostrarle frente a sus múltiples contradicciones e ignorancia de la Venezuela real, la de barro y aguas fecales. No me sorprendió en absoluto que un individuo de ideología y naturaleza radical actuara de esa forma. Ni tan siquiera este profesor universitario soñaba con alcanzar algún día el poder. No hace mucho lo fui del mismo modo por la candidata de Ciudadanos a la presidencia de la Generalitat Valenciana, Doña<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"> </span>Carolina Punset, esta vez como consecuencia de una conversación mantenida al respecto de su postura frente al conflicto lingüístico e identitario valenciano. Como es habitual -en esto el partido Ciudadanos no es innovador- evadió la respuesta y se limitó a comparar al valencianismo tradicional, aquél regionalista y defensor del vigente Estauto, con el nacionalismo catalán y vasco, lo que dejó al descubierto su supina ignorancia sobre la política valenciana, hecho que le expuse. Craso error. No hubo en ese momento respuesta por parte de la washingtoniana. Más tarde, sería conocedor de su público desdén por el mal llamado "blaverismo" y por el catalanismo, de los que decía de sus militantes que "caben en un taxi". La concejala alteana -por residencia- pretende participar de ese jacobinismo un tanto prematuro que teoriza su líder nacional Albert Rivera y niega la singularidad -que íntimamente sí reconoce a su Cataluña familiar- al pueblo valenciano. Sin embargo, algo de importancia debieron conceder en su formación política a la polémica, cuando, en un intento atropellado de corregir el error, añadieron la opción, que hasta entonces no existía, de <i>valencià</i> en su página web. No le di relevancia al abrupto colofón de aquel virtual diálogo. Es al tiempo cuando, observando algún tuit que denunciaba la existencia de un supuesto "tic" que impele a Doña Carolina al bloqueo indiscriminado del tuitero disidente y producto de mi morbosa curiosidad, consulté el estado de mi cuenta respecto a la suya<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">:</span> ¡Bloqueado! Al contrario que en el caso del señor Monedero, esta vez sí me sorprendió. Los miembros de este partido se pretenden moderados, liberales y socialdemócratas a partes iguales. Más aún<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"> </span>si considero, después de un ejercicio de autoanálisis, soy público objetivo de sus propuestas, dado mi perfil personal y político. He de admitir que, además de la ingrata sorpresa, me generó la desazón de quien se siente huérfano. Otra opción, otra alternativa<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"> que </span>caía estrepitosamente para mí y para los míos. Mi voto volvía a buscar irreflexivamente el calor y confort del tradicional. <br />
Ciudadanos, el partido, es un proyecto que alcanzará un indubitado éxito en las próximas citas electorales. Es un buen producto, con un reluciente, atractivo y elaborado <i>packaging</i>. Sin embargo, aún carece de contenido sólido y sus candidatos, a vista de lo sucedido, sufren de bisoñez y sus reacciones son pueriles. Deben endurecer la coraza, aprender la habilidad del político tradicional, y evitar desprender el desagradable hedor de la soberbia propia del adolescente barbilampiño. Corren el peligro, en la Comunidad Valenciana y en el resto de España, de acabar adoptando el papel de saco de cemento, de mera argamasa que afirme el decadente poder del Partido Popular, de ser percibidos, dramáticamente, como aquel <i>parvenu</i> que realizó el servicio militar en los paracaidistas.</span> </div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2068757288395414926.post-43984314948731543352013-03-27T16:24:00.000+01:002018-05-17T17:09:11.053+01:00¡El Kalashnikov que lo coja otro!<!--[if gte mso 9]><xml>
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que participan en el proceso revolucionario venezolano: reputados profesores de
derecho constitucional, politólogos o miembros de la banda terrorista ETA. Más
allá de la mera motivación pecuniaria -a la que no renuncian- está la de
utilizar al país sudamericano como campo de pruebas de teorías políticas,
sociales, jurídicas o filosóficas de tendencia más o menos marxista. Han
contribuido pues a desarrollar ese ideario conocido como "Socialismo del
s. XXI", que no es más que una presunta actualización y adaptación -en
ocasiones absurda dado el cúmulo de conceptos antagónicos o la improvisación
teórica en su desarrollo- del socialismo trasnochado y desdeñado por las
democracias europeas. Estos asesores son herederos intelectuales del espíritu
revolucionario que imbuyó la España de los años treinta del pasado siglo y de
los sucesivos gobiernos "frentepopulistas" nacidos de la convulsión
republicana. Son herederos en consecuencia del fracaso de la sectaria
"república de nuevo tipo" consagrada por la Internacional Comunista
o<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>"Komintern" que ahora
pretenden establecer en Venezuela. También, participan de aquel ímpetu izquierdista surgido
de la oposición al régimen franquista y de la posterior transición política a
la democracia que pretendía la implementación de modelos sociales o económicos
inconcebibles en la Europa moderna a la que España debía integrarse poco tiempo
después. Los militantes de la izquierda que se expresaron más pragmáticos -o
quizá más sensatos- abandonaron ideas radicales y buscaron acomodo en las
teorías socialdemócratas burguesas más del ámbito nórdico. Sin embargo, la
extrema izquierda ha logrado sobrevivir gracias a su afiliación a movimientos
nacionalistas o antisistema, manteniendo impertérrita su capacidad de influencia
ideológica sobre parte de la sociedad española y el ámbito universitario. Es de
éste último de donde proviene la mayoría de miembros de ese consejo asesor
-excepto aquellos procedentes de la banda terrorista ETA- que apoya al gobierno
bolivarianista venezolano. Son en su mayoría teóricos filocomunistas frustrados
por la inadecuación del medio español a sus ideas, en contínua<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>búsqueda de espacios de mayor ductilidad y
que en un primer momento establecieron su base<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>geoideológica en la Cuba castrista, siendo atraídos más recientemente
por el proyecto revolucionario del fallecido Hugo Chávez pues las características
del país caribeño lo conviertían en objeto de atención de este tipo de
doctrinas: gran acumulación de recursos naturales, situación estratégica, larga
tradición democrática y capitalista, etc. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Esencialmente las críticas hacia
éstos no parten de discrepancias doctrinales -aunque existen- sino de la
posición ventajista que les concede el hecho de vivir integrados en una
sociedad capitalista acomodada que choca frontalmente con los modelos sociales
y económicos preconizados en los que el sujeto de su ejecución sufre la
restricción de libertades -por profundamente totalitarios- o la agudización de
su pobreza endémica -por la incapacidad de los gestores-, con la pretensión ridícula
de no ser arrostrados frente a sus contradicciones morales. Además,
aprovechando la mutua ignorancia, distorsionan bidireccionalmente la imagen de
los contextos, mostrando una falsa precariedad del mundo capitalista del que
disfrutan o una inverosímil prosperidad de un país que se halla en el abismo
político y económico. Y lo peor, facturan sus trabajos a un estado que carece
de servicios públicos que se puedan definir como dignos, convirtiéndose así en
mercenarios de visera y manguito.</span></div>
Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2068757288395414926.post-80620476379265607352012-10-25T10:17:00.001+01:002012-10-25T17:43:32.808+01:00El triángulo antitripartito<div style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiugMTpHwanqk3jdFyeVYb1iGj0syrJd5uYsegduiXE-SEBrqSDwt7RTomfF3uh3Q2Jfx4osimgpUv0j6vvXdj7P3bBzwEh7v38CHSmVrsYx1tZIa__2v4iS2az_BhraEOXvO-VD7nOpd8/s1600/senyera1.gif" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiugMTpHwanqk3jdFyeVYb1iGj0syrJd5uYsegduiXE-SEBrqSDwt7RTomfF3uh3Q2Jfx4osimgpUv0j6vvXdj7P3bBzwEh7v38CHSmVrsYx1tZIa__2v4iS2az_BhraEOXvO-VD7nOpd8/s200/senyera1.gif" width="133" /></a></div>
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">¿Hacia dónde se dirige la política valenciana? ¿Qué escenario se dibuja en el horizonte? El desgaste más que evidente del Partido Popular de la Comunitat Valenciana (PPCV) podría suponer la entrada a escena de un tripartito progresista compuesto por PSPV, EUPV y Compromís, un tripartito al estilo catalán o gallego. La experiencia nos ha demostrado lo nefasto de gobiernos de este tipo. Éstos han supuesto un retraso para las autonomías que han gobernado y una verdadera vacuna antiprogresismo que asegura gobiernos conservadores por décadas. ¿Está la Comunitat Valenciana preparada para soportar un gobierno autonómico de este tipo? Y digo "un" como sinónimo de "único", porque si sumamos la incapacidad de gestión intrínseca a la izquierda política y el coqueteo enfermizo de ésta con el catalanismo resulta imposible deducir una renovación del hipotético apoyo del electorado valenciano a este tipo de aventuras. Sin embargo, por mucho que la vida de esta comunión izquierdista sea considerada efímera no lo es tanto si observamos la actual situación crítica de España. Los estragos que podría perpetrar se verían potenciados y su reparación previsiblemente sería costosa y lenta. El valenciano debe hacer uso de su imaginación e inteligencia para acabar deduciendo que ésta no es una alternativa viable o, en otras palabras, un lujo que pueda permitirse. Pero ¿el PPCV está en situación de reeditar el apoyo conseguido en citas electorales anteriores y continuar erigido por el pueblo como muro de contención de políticas jacobinas, manirotas y catalanizadoras? Es muy previsible que no. El desgaste de esta formación es evidente por razones harto conocidas: corrupción cuasi estructural; actitudes despóticas fruto de la eternización en el poder; liderazgo carente de carisma; etc. Como daño colateral, pero no tan accesorio, el PPCV arrastraría en su caída al valencianismo formal que otrora fagocitara, dando así vía libre al catalanismo inmanente a la izquierda valenciana.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">Es obligación de la sociedad valenciana responsable el diseño y exposición de alternativas al escenario "tripartítico". El mensaje que resulte del debate de ideas podrá ser asumido por el electorado si es difundido con antelación -existe tiempo suficiente antes de las próximas elecciones autonómicas- y su contenido es claro e integrador de las diferentes formas de "valencianía". La propuesta general podría articularse desde la aceptación de tres conceptos que formarían el "triángulo antitripartito":</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">-Autonomía cultural: La cultura valenciana es singular, propia y madura por lo que no se admiten injerencias ni tutelas.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">-Trinlingüismo: El castellano y el valenciano son las lenguas cooficiales en la Comunitat Valenciana, conviven y convivirán en armonía. Por último, pero no menos importante, se realizarán los esfuerzos necesarios para asegurar la óptima enseñanza en inglés de las nuevas generaciones.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">-Lealtad al Reino de España: El valenciano acepta con naturalidad su españolidad, cree en el proyecto común y entiende España como la casa común de todos los pueblos que la componen. La Comunitat Valenciana no debe perder el tiempo en replanteamientos identitarios, debe esforzarse en crecer en el contexto de una Nación integrada en la Unión Europea. El valencianismo eficaz es la exaltación de lo valenciano, pero éste no excluye y su aspiración es universal: de la Comunitat Valenciana a España y de España al Mundo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">Ésta es sólo una propuesta. Esperamos muchas más de aquellos que aman su tierra para así configurar la Comunitat Valenciana del futuro.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">¡Vixca la Comunitat Valenciana¡ ¡Viva la Comunitat Valenciana!</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2068757288395414926.post-92094946585749538542012-10-09T14:29:00.000+01:002018-05-17T17:12:46.775+01:00El perro sarnoso<div style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhyhJN2JIjRZ1I4zJThIOKjTUw8on5sZPnf756mJwLKOe_LlYb-t97vWm2gdg9kFijTERo65enHv0QEYNfS_SunkNKQUNkPFYutCbwmKKr0USYMRZBumGd9bEDJhdPapCTG2stYLLbMjAk/s1600/15-04-2010-15-54-10-perro_sarnoso.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhyhJN2JIjRZ1I4zJThIOKjTUw8on5sZPnf756mJwLKOe_LlYb-t97vWm2gdg9kFijTERo65enHv0QEYNfS_SunkNKQUNkPFYutCbwmKKr0USYMRZBumGd9bEDJhdPapCTG2stYLLbMjAk/s200/15-04-2010-15-54-10-perro_sarnoso.jpg" width="192" /></a></div>
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">Recuerdo que una de las imágenes más impactantes del primero de mis múltiples viajes a Venezuela -es el caribeño un país al que estimo profundamente- fue la de un chucho (cacri) que deambulaba, ocupado en la cacería de un mendrugo de pan o de cualquier otro despojo, por la estación de autobuses de la ciudad de Maracay. Fue la primera ocasión en la que veía un can paciente de sarna. El animal carecía de pelo que cubriera su piel sangrante por la acción agresiva de sus patas combatiendo el prurito. Por supuesto, era mal recibido por la gente a la que se aproximaba, e incluso, se esforzaba por esquivar las patadas lanzadas por algún transeúnte. Huelga decir que aquella fue una visión desagradable y violenta. Esta instantánea en mi memoria pasó a engrosar el amplio catálogo de imágenes negativas sobre Venezuela que, por desgracia, dibujan en mi mente un escenario de subdesarrollo: carreteras mortales de puentes caídos y socavones (huecos) de profundidad abismal; tropas regulares del ejército expeditos en funciones de policía civil; niveles de delincuencia cuyas mortales consecuencias alcanzan cotas de conflicto bélico; enormes bolsas de marginalidad urbana; corrupción estructural; inflación galopante y control de cambio de divisas; inseguridad jurídica para las inversiones extranjeras; confiscaciones masivas y arbitrarias de bienes privados; cubanización de la sanidad e instituciones militares; limitación a la libertad de expresión; etc. Es paradigma de país iberoamericano de riqueza inmensa y gestión pésima sin que, a éste, le quede recurrir a la excusa victimista propia de naciones económicamente sometidas al "Imperio Yanqui", dado que los recursos naturales tales como los hidrocarburos y su explotación son de titularidad nacional desde que el gocho Carlos Andrés Pérez, ya fallecido, así lo decretara siendo presidente allá por los años setenta del siglo XX. A pesar de este panorama decepcionante siempre he percibido una firme voluntad del venezolano medio por voltear la situación, tomar el timón y virar el rumbo hacia aguas prósperas aprovechando corrientes de desarrollo. Sin embargo, aquél tropieza una y otra vez con algún elemento que se erige en muralla infranqueable, elemento casi siempre antropomorfo y de rol político. El denodado y reiterado esfuerzo se convierte, pues, en inútil. </span><br />
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">El pasado 7 de octubre Venezuela ha vuelto a toparse de bruces con el atávico, nefasto y grueso muro de sólidos cimientos que obstaculiza su avance, pues el sabaneteño Hugo Chávez ha repetido victoria en las elecciones presidenciales, dando así continuación al período ominoso de esa V República de la que el Jerjes barinés es padre y cuyo siniestro rostro he esbozado. La esperanza personificada en el caraqueño Henrique Capriles se ha esfumado, escapando por debajo del portón metálico que cierra celosamente la empalizada y que mantiene rehenes a los aristócratas (en el sentido platónico). La responsabilidad del propio pueblo en este dislate será juzgada por la historia y castigada severamente, si así procediere, por los hechos futuros. </span><br />
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">Los buenos recuerdos y sensaciones siempre vencerán en el concurso de mi memoria: los sabores, olores y colores; la inmensidad del Lago de Maracaibo; los atardeceres del Sur del Lago sobre su apabullante naturaleza; el calor sofocante en una finca de ganado; el sonido evocador de la música de Simón Díaz en mis viajes por el Llano; la espontaneidad y encantadora improvisación de sus gentes; el desmesurado optimismo </span><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">de su pueblo </span><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">y su tenaz capacidad de sobrevivir a la adversidad; mi admirado "petejota" Neuro Nava (q.e.p.d); las atenciones y el cariño de mi familia política; el amor de mi mujer; los hermosos rizos de mi hija... Sin embargo, no podré evitar que la patética imagen del cánido sarnoso de mirada profunda y lastimosa como suplicando una muerte digna se pasee fantasmagórico por mi mente para recordarme, triste, la realidad de Venezuela. Y aunque aquella bendita tierra es ya un poco mía, son los hijos de Venezuela los llamados al sacrificio bondadoso de ese espectro que atormenta mi memoria y su propia existencia.
</span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2068757288395414926.post-29679303794326439652012-08-25T15:35:00.003+01:002012-08-26T22:32:24.828+01:00Las conclusiones del Profesor Metáforo: Pirro vs. ETA<div style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif; text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjqfRQZFU2gW7ApVTBoaX-8790eMZ3eqiQYr7T7RZSb52dzPOUNBYBuORWX0fqiuCG_D2sP7Cf9ZZQZy2bf5XwLuXK5oYer5jRt1v3EK_SQOlM-in3fGcttqbjUoQcSPmwIzyYRJADH2hg/s1600/profesor.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjqfRQZFU2gW7ApVTBoaX-8790eMZ3eqiQYr7T7RZSb52dzPOUNBYBuORWX0fqiuCG_D2sP7Cf9ZZQZy2bf5XwLuXK5oYer5jRt1v3EK_SQOlM-in3fGcttqbjUoQcSPmwIzyYRJADH2hg/s200/profesor.jpg" width="172" /></a></div>
<span style="font-size: small;">"¡Otra victoria como ésta y estaré perdido!", celebérrima frase del rey epirota Pirro que, pese a conseguir la segunda victoria frente a las tropas de Roma en la batalla de <i>Asculum</i>, exclamó con pesimismo al ver que sus mejores y más veteranos soldados habían perecido en el enfrentamiento. Al final de la contienda el contingente griego sería derrotado por una Roma emergente y aquella victoria reducida a convertirse en sinónimo de futilidad.</span></div>
<div style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;">El Estado Español corre el peligro de acabar como aquel insigne heleno, vencido por el terrorismo etarra en una guerra en la que acumula innumerables victorias. Sin embargo, en este caso no sería consecuencia directa de sacrificar sus mejores tropas en pos de la victoria final -sacrificio que efectivamente ha existido-, sino por su falta de determinación, por una acumulación de complejos históricos que le atenazan y por una insana ingenuidad.</span><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif; font-size: small;"> El rey de Epiro, al menos, demostró audacia, gallardía y capacidad de sacrificio en la ejecución de su empresa.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif; font-size: small;">España puede haber conseguido su "victoria pírrica" frente al </span><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif; font-size: small;">ofídico </span><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif; font-size: small;">enemigo . </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">El Profesor Metáforo </span></div>
</div>
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